El estallido social que se reactivó en abril de 2021 en Colombia, cuya llama se había encendido desde noviembre de 2019, sembró una serie de ideas y búsquedas que configuraron lo que fue el festival Auditum 2021, que sucedió entre agosto y octubre, Auditum giró en torno a la idea de multitud y estuvo guiado por preguntas en torno a cómo (sobre)vivir juntxs, con la escucha y el ruido como herramientas y estrategias para la acción colectiva.
El Festival de Arte Sonoro Tsonami, que sucede cada año en Valparaíso, Chile, nos invitó a una residencia de alrededor 1 mes en el marco de su versión XV. Nos interesó pensar en acciones que conjugaran y entrelazaran los espacios —Colombia y Chile— y sus tiempos —pasados, presentes y futuros—. La idea de constituir —juntar cosas para que queden firmes— nos sirvió como punto de partida al pensar en la convergencia de imaginaciones entre Colombia y Chile. Constituir, como la constituyente que realizó Chile en 2021 y la que terminó Colombia hace tres décadas, en 1991. Pero también como la consolidación de las bases para que algo que aún no existe pueda suceder, como el hacer converger una serie de imágenes diversas en torno a un mundo común en el que sea posible vivir colectivamente.
¿Qué sigue después de que todo arde? ¿Cómo hacer honor a las vidas perdidas durante las protestas? ¿Cómo estos estallidos impactan nuestras maneras de configurar la realidad y de imaginar el futuro, de construir mundos y de activar otros que, aunque ya existentes, parecían estar dormidos, o más bien, parecían ser aplacados constantemente por estructuras hegemónicas establecidas? Hacer parte de las estructuras que necesitamos subvertir es algo inevitable. Sin embargo, develarlas y tratar de comprenderlas, así sea parcialmente, es necesario en el proceso de reimaginarlas y reconfigurarlas. Las utopías son siempre interesantes, pero nunca suficientes. —Transmisión Activista, Auditum en Tsonami.
Al final, esta residencia se tradujo en el espacio para enfrentarnos a lo desconocido, aventurarnos al remixeo de material sonoro de fuentes diversas, y encontrar también maneras menos literales de hablar de tensiones históricas, transversales y aún vigentes. Y, igual o más importante, para darnos la oportunidad de especular desde el lugar que posibilita el arte en la construcción de mundos desde sensibilidades otras.